Vigila tu sombra, nunca sabes quien puede volver a buscarte. - Zero.

lunes, 14 de febrero de 2011

Cap 18 - Parche

El sol entraba por la ventana entreabierta bañando con su luz toda la estancia. Después de unas cuantas vueltas en la cama Romeo se levantó lentamente. Pasó ambas manos por su cara y miro la cama, Eisen seguía dormida, parecía un angelito con ese pelo color plata tan largo y esponjoso. Caminó hasta el espejo y lo que vio en el espejo le asustó tanto que no pudo contener un grito que despertó de sopetón a Eisen.

- ¿Que pasa amito? - Preguntó mientras iba hasta él.


- ¡¿Que es esto?! - Le preguntó Romeo mientras le señalaba su ojo izquierdo, el cual ahora era como el de Eisen.

- ¿El que?

- ¡Mi ojo!

- Ah, eso es normal amito, es una muestra de que tienes un contrato conmigo – Dijo tan alegre y campante como siempre. - Cild también lo tiene.

- … Cierto.

Romeo no recordaba eso, comenzó a dar vueltas por la habitación nervioso, ni siquiera reparó en que el grito que había hecho podría haber despertado a alguien. Continuo dando vueltas hasta que Eisen le interrumpió.

- Viene alguien

Romeo rápidamente la cogió y la metió en el armario.

- Ahora tienes que estar en total silencio, ¿de acuerdo?

Eisen volvió a taparse la boca y asintió.

- Buena chica – Y cerro el armario.

Fue hacia la puerta y gracias a que pasó primero por el espejo recordó el ojo demoniaco que nadie debía verle. Nervioso fue por la habitación buscando algo con lo que taparse, después de remover todos sus cajones cogió una toalla y se cubrió la cara. Cada vez se oían los pasos sobre la madera del pasillo mas cercanos hasta que Noa abrió la puerta.

- ¡Buenos días Rom-...!... - Quedo perpleja al verle con la cara tapada - ¿Se puede saber que haces?

- Esto... Me estaba secando la cara.

- Ah, vale. Bueno, el desayuno esta en la mesa, ¡Baja cuando puedas! - Y dicho esto se fue, cerrando la puerta tras de si.

Romeo suspiro y se tumbo en la cama, esto iba a ser más difícil de lo que pensaba. Después de pensarlo durante un rato se levanto y con la toalla aun tapándole media cara salio de su habitación y se metió en la de Cild sin ni siquiera llamar a la puerta antes.

- Necesito tu ayuda... - dijo al cerrar la puerta – yo...

Había entrado tan rápido en la habitación que no se había dado cuenta de Cild estaba desnuda. Se quedo de piedra mientras Cild con la cara desencajada se acercaba a él con la clara intención de pegar a Romeo. Él al alejarse instintivamente la toalla se cayó de su cara, dejando al descubierto su ojo demoniaco. Cild paro en seco, se volvió a hacia su cama y se puso una bata para taparse.

- Si que te ha salido rápido el ojo... A mi me tardo una semana, será porque Eisen es un demonio más acostumbrado a tratar con humanos que Henar...

- Lo siento... yo no pretendía...

Cild se sentó en su cama y suspiro.

- No importa, estabas asustado, lo entiendo. Ayer no te conté nada del ojo porque esperaba que tardara más... ¿Y Eisen?

- … Escondida en mi armario.

- … Abusas mucho de ella... Vaya amo le ha tocado.

- ¡¿que quieres que le diga si no?! ¿ve a desayunar con tita Noa, que te espera abajo?

- Podrías empezar por confesar que ahora eres un brujo y te ahorrarías todas estas tonterías.

Romeo enmudeció ante aquella verdad, todo seria más fácil si lo contaba pero se arriesgaba a que Zero le expulsara del gremio, en estos dos años Zero solo le había hecho llamar para cosas relacionadas con LasterKha... Además le daba reparo decirlo después de defender a capa y espada que ser brujo era inmoral...

- Se enteraran tarde o temprano... No puedes tener a Eisen en el armario para siempre, además que querías ser brujo para poder afrontar las misiones, ¿de que te sirve ser brujo si no vas a usar el poder que se te ha ofrecido?

- Tienes razón... pero, no te ofendas, me doy asco a mi mismo con este ojo... Odio mirarlo, es la muestra de que he fallado como mago y me he rendido...

Cild le miro fijamente mientras hablaba, cuando Romeo termino de lamentarse Cild suspiro pesadamente y se puso en pie. Camino hasta su mesa y de un cajón saco un parche de cuero negro. Fue hasta él con el parche en la mano y se lo tendió.

- Usalo, yo lo usaba al principio cuando no admitía mi condición. Te ayudara. Pero debes decirle a Zero lo que pasa.

Romeo miro a Cild intentando sonreír sin éxito, cogió el parche y, muy decidido, contesto:

- Esta bien... Por cierto, ayer Eisen de repente se sintió mal pero se le paso enseguida, ¿porque puede ser?

- ¿Se sintió mal? No lo se, ¿le diste algo de comer?

- No.

- Pues no se... Explicame bien la situación.

- Veamos... Me metí en la cama y note como ella también lo hacia, entonces invoque unas llamas para dar luz a la estancia y entonces-

- ¿Invocaste unas llamas?

- Si claro, te recuerdo que se hacer magia... ¿A que viene esa pregunta?

- ¿Pero tu eres tonto? ¡Podrías haberla matado!

- ¿Como? - Romeo se sobresaltó.

- Eisen en este plano material solo puede vivir si bebe de tu energía mágica, si la desvías para usarla tu es como si la asfixiaras.

- ¿Y cuando pensabas decírmelo?

- No creí que hubiera necesidad, es bastante obvio que algo tendrás que darle tu para que pueda estar en este plano, si no lo necesitara estaríamos rodeados de demonios, idiota.

- … Tienes razón... He sido un estúpido...

- Anda vete a vestir y deja que yo también lo haga...

Romeo aun no se había dado cuenta de que seguía en pijama. Volvió a su habitación, se vistió y saco a Eisen del armario. Se coloco frente al espejo y se puso el parche.

- ¿Porque te pones un parche? ¿Te duele el ojo? - Preguntó Eisen.

- … Un poco. Bueno vamos a ver a Zero.

- ¿Quien es Zero?

- Por decirlo de alguna forma es mi jefe – Contestó con una sonrisa forzada.

Cuando se aseguro que todo el mundo estaba abajo comiendo salio de su habitación con Eisen en brazos y subió al tercer piso. Cuando estuvo apunto de llamar a la puerta Anima le abrió.

- Ya era hora de que pasaras por aquí.

Romeo no estaba seguro si debía sorprenderse o no, al fin y al cabo Zero tenia cámaras por todas partes y seguramente en su cuarto también. Cuando entro en la habitación Anima cerro la puerta.

- Has tardado mucho en decidirte Romeo, menos mal que Cild te ha convencido. - Dijo Zero mientras miraba imágenes en las muchas pantallas que tenia.

Romeo se quedo atónito, si sabia eso es porque también habían cámaras en las habitaciones. Era verdad que el líder de Otherland no se fiaba ni de su sombra.

- Bueno – Comenzó Zero mientras se levantaba y andaba hacia ellos - ¿No nos vas a presentar?

- … Si, claro... Eisen este es Zero... Zero ella es Eisen... es un demonio menor...
Eisen no podía dejar de mirar a Zero con una mezcla de curiosidad y miedo, podía notar sus ansias de poder y eso la estremecía. Anima como siempre no dijo nada, se quedo apoyada en la pared de siempre contemplando la escena.
as

No hay comentarios:

Publicar un comentario