Vigila tu sombra, nunca sabes quien puede volver a buscarte. - Zero.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Cap 7 - Escoria

El silencio inundaba la sala, hacia ya más de veinte minutos que Zero observaba a Romeo, sentado frente a él, en silencio. Romeo empezaba a incomodarse pero intentaba no moverse pues cada vez que hacia el menor movimiento Zero se plantaba frente a su teclado y escribía algo.

- … Esto... ¿Querías verme?

Zero le miro arqueando una ceja y dijo mientras volvía a escribir:

- Veintitrés minutos y cuarenta y dos segundos... Bastante poco...

- ¿Perdón?

- El tiempo que eres capaz de estar callado frente a mi en un primer contacto. Tienes algo más de paciencia que la media de las personas pero bastante menos que los más pacientes del gremio.

- No entiendo nada...

- No intento que lo entiendas – Dijo con una sonrisa bastante falsa.

Romeo estaba bastante incomodo pero Alfa le había avisado de que con este “líder” había que tener más paciencia de lo habitual. Pero esto ya era demasiado para él...

- Bueno, entonces ¿que quieres de mi? - Dijo Romeo serio y decidido.

- Que entres en mi gremio.

La sinceridad y claridad de las palabras de Zero dejaron perplejo a Romeo durante unos momentos.

- … ¿De verdad?... Pero... acaban de expulsarme de LasterKha... ¿No quieres saber al menos el motivo?

- Ya se el motivo, pero aun que no lo supiera me daría igual. ¿Acaso no has oído hablar de este sitio?

Romeo asintió con temor. Si había oído hablar de este sitio, con infinidad de detalles. Sabia que entre estos muros se escondían personas peligrosas, sabia que este gremio estaba gobernado por una persona impasible, fría y calculadora. Sabia que la mano derecha de ese líder impasible era una asesina aun mas fría y calculadora que su jefe. Sabia que el famoso Matadragones también estaba de su lado. Sabia que uno de los mejores arqueros del mundo habitaba entre estos muros también. Sabia muchas cosas de Otherland, por eso temía haber sido invitado... ¿Era también una mala persona? ¿Un asesino? ¿Su crimen era tan grave como para acabar aquí? ¿Se había convertido en escoria?

- ¿Entonces? ¿Quieres entrar en mi gremio o no? - Zero le miro como si supiera a ciencia cierta lo que Romeo estaba pensando.

Romeo trago saliva y asintió.

- Bien, bienvenido al equipo – Y dicho esto estrecho la mano de Romeo – Anima te explicara el funcionamiento del lugar y en unos días te designare un compañero.

Romeo se levanto.

- ¿Un compañero?... ¿Anima? - Romeo empalideció.

- ¿Me has llamado Zero? - Dijo una voz desde la puerta.

Romeo se giro y vio a Anima. Una de las figuras más temidas de la noche de Uvra estaba ante él, el cuerpo no le reaccionaba.

- Si, este es el nuevo. Se llama Romeo, es un mago.

- Si, ya lo se – Dijo Anima mirando de arriba a abajo al nuevo – No parece gran cosa... Como sus compañeros...

Romeo enmudeció, ¿estaba insinuando que había matado a otros magos? ¿Seria un farol? ¿Estaría Romeo viendo fantasmas donde no los había?

- ¿Vamos o que? - Dijo Anima con desden mirando a Romeo.

Romeo se limito a asentir y salir de la habitación con Anima.

Zero volvió a su teclado.

- Bueno... Ahora a buscar a alguien que tenga paciencia media o superior... Con un inferior no puedo ponerle, no tiene dotes de iniciativa... - Dijo para si mientras tecleaba como siempre.


Anima bajo las escaleras acompañada de Romeo, abajo en el primer piso esperaban Alfa y Noa.

- ¿Que tal ha ido? - Pregunto Noa con nerviosismo.

- ¿A que no a sido tan malo? - Dijo Alfa con una sonrisa maliciosa.

Romeo se limito a sonreír, al menos ellos parecían buenas personas.

El día paso sin mas incidentes, Anima enseño a Romeo lo básico sobre el gremio, su habitación y algunos detalles importantes a tener en cuenta, acompañada en todo momento por Noa y Alfa, los cuales también le contaban detalles más triviales a Romeo para hacerle sonreír ya que nadie bajaba contento de su primera conversación con Zero.

Ya desaparecido el sol del cielo Romeo se fue a su habitación, y al poco tiempo de irse otra de las figuras más temibles de la noche de Uvra entro por la puerta. Era una persona alta ataviada con una gran capa con capucha de color marrón oscuro, de la cual escapaban por delante algunos mechones largos y rubios como los rayos del sol.

- Bienvenida a casa, Jin – Dijo Noa con su característica alegría.

A su vez Jin dejaba ver su rostro, retirando su capucha. Sus ojos azules como el cielo se entornaron en una expresión de felicidad cuando devolviéndole la sonrisa a Noa contesto:

- Gracias, me alegro de haber vuelto al fin.
as

1 comentario:

  1. jopeee se me ha hecho muy corto T-T
    otra semana esperando con ganas el proximo :D
    pobre Romeo... eso si...Zero cada día me gusta más XD

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