Vigila tu sombra, nunca sabes quien puede volver a buscarte. - Zero.

lunes, 24 de enero de 2011

Cap 15 - Malva

Los colores del atardecer comenzaron a teñir las montañas cuando Romeo volvió a subir a la habitación de Zero, tal y como se lo había pedido. Cuando llego al tercer piso Anima estaba en la puerta esperando. Romeo se fijo en que tenia unos guantes nuevos parecidos a los suyos, pero no le dio más importancia que eso.

- ¿Que haces aquí fuera?

- Zero no me ha dejado entrar, no se por que... - Contesto ella, visiblemente molesta.

Romeo no dijo nada más, no quería acabar siendo el blanco de su ira. Se acerco a la puerta y golpeo con suavidad cuatro veces.

- ¿Se puede?

“Adelante” se oyó como siempre a través de la puerta de madera. Abrió la puerta y se encontró de bruces con una joven que no había visto antes. Era muy hermosa, y aun que esto en otro momento hubiera sido en lo único que se hubiera fijado no pudo evitar darse cuenta de que esa joven tenia un color de ojos y de cabello muy inusual, por no decir único, eran de color malva. Y eso no era lo único, sus ojos carecían de pupilas, eran totalmente malvas, vacíos, sin alma, su mirada estaba perdida en la inmensidad de su color, preciosos, pero inquietantes. Romeo se quedo perplejo, tanto por su belleza como por su extrañeza. La joven, cansada de que le mirara tan fijamente, movió la mano enérgicamente ante él con el propósito de “despertarlo”. Al final Romeo volvió en si.

- ¡Oh! Perdona... yo... es que... - Comenzó a balbucear.

- No es necesario que te disculpes – Dijo Zero – Es consciente de que su aspecto impresiona.

La chica le dedico a Romeo una fugaz sonrisa, aun que más bien pareció una mueca.

- Se llama Amara – Ella asintió ante eso – Y no esperes que te hable demasiado, puesto que es muda – Volvió a asentir.

- Vaya...- Dijo Romeo sin poder dejar de mirarla.

- Y deja de mirarla así le molesta que...

- ¡¿Que hace ella aquí?! - Grito Anima, la cual empujo a Romeo fuertemente y se planto frente a Amara - ¿No te hice suficiente daño la ultima vez?

- Anima tranquila, esto tiene una explicación – Dijo Zero para intentar calmar a Anima.

Romeo no sabia bien que estaba pasando, así que se quedo a un lado contemplando la situación. Amara parecía bastante incomoda ante la presencia de Anima, pero visto lo que ella le espeto no es para menos.

- ¡¿Que?! - Anima estaba muy alterada pero parecía que ya lo había entendido todo, sin necesidad de explicación alguna- ¿Después de todo aquello? ¿Estas loco?

Zero suspiro y miro a Anima con frustración. “Vete”, no le dijo nada más, ni falta que hizo, pues Anima se marcho incluso antes de que Zero acabara de vocalizar. Amara se quedo quieta, mirando a Zero con preocupación.

- No te preocupes, se le pasara. Bueno Romeo, como te decía, ella es tu nueva pareja de trabajo. Es la mejor lancera de este lado del mundo, espero que estés a su altura y no vuelva a pasar lo de la otra vez, iros a conoceros mejor. Largo.

Aun que dijo “se le pasara” no era habitual ver a Anima discutir con Zero y eso se noto en el todo de voz de él. Romeo bajo la vista antes de girar hacia la puerta y se dio cuenta de que en el suelo habían trozos de cascara de huevo lila, le pareció extraño pero enseguida lo achaco a algún experimento de Zero. Amara y Romeo se marcharon, dejando a Zero a solas con sus pensamientos. Al llegar abajo se encontraron con Cild.

- ¿Que ha pasado? - Dijo sin prestar atención a Amara. - Ha bajado Anima muy enfadada, empujando a todo el que estaba en su camino y eso no es propio de ella.

“¿Desde cuando Cild conoce tan bien a Anima?” Pensó Romeo. Antes de poder responder algo Cild ya estaba clavando la mirada en Amara. Amara también la miraba a ella pero parecía como si la traspasara.

- … Ella es Amara, mi nueva pareja. - Se apresuro a decir Romeo.

- Entiendo... - Cild se marcho sin decir nada más.

Romeo se quedo mirando como se iba y cuando se giro hacia Amara esta ya se estaba yendo, a donde no lo sabia pero la dejo marchar. Bufo con resignación y volvió a su habitación. En este gremio habían demasiados secretos y cosas ocultas.

Llego la noche y después de la cena y la consiguiente fiesta repleta de alcohol todos se fueron a dormir.

A primera hora de la mañana alguien golpeo con suavidad de puerta de Cild, al son de “¿Cild?”. Resonó varias veces hasta que ella, molesta por el incesante ruido, se despertó y fue a abrir la puerta. Cuando abrió la puerta se encontró con un Romeo visiblemente nervioso.

- ¿Romeo? ¿Que haces aquí? Son... como las cuatro de la mañana...

- En realidad ya son más de las nueve... ¿Puedo pasar? En cualquier momento Noa se despertara y no quiero que me vea levantado.

- Claro, claro... pasa... - Dijo Cild medio dormida.

Cuando Romeo entro, cerro la puerta después de comprobar que nadie se había despertado.

- A ver... que es eso taaan importante que no puede saber nadie ni puede esperar a una hora más normal – Pregunto Cild mientras se sentaba en una silla.

- Veras... - Comenzó a decir Romeo mientras se sentaba a los pies de la cama desecha de Cild – Amara, mi nueva compañera... según Zero, es la mejor lancera de este lado del mundo... y... y yo... - Suspiro y miro a Cild a los ojos – Yo lo único que he conseguido es casi matarnos a los dos... - Dicho esto volvió a mirar al suelo mientras se pasaba la mano por el pelo, llevándolo hacia atrás de su cabeza.

Cild lo miro preocupada, no sabia en que estaba pensando pero parecía algo serio.

- Lo he meditado mucho y... - Comenzó Romeo.

Cild estaba muy nerviosa, sabia que fuera lo que fuera no iba a ser algo bueno.

- … Quiero unos poderes demoniacos como los tuyos.

- ¡¿Que?! ¿Pero tu te estas escuchando? ¿Quieres ser brujo y tener un demonio? Pero eso va en contra de todos tus principios y-...

- ¿De que me sirven mis principios? - La cortó – Casi mueres por mi culpa, esa imagen no se me ira nunca de la cabeza.

Cild no supo que contestar a eso, en parte tenia razón pero Romeo odiaba ese tipo de magia con todas sus fuerzas.

- ¿Me ayudaras? - Le pregunto Romeo.

- …. No se Romeo... ¿Lo has pensado bien?

- Si, no he pensado en nada más durante estos dos años.

- …. Bueno, si estas tan decidido te ayudaré. Te convertiré en un brujo.
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